sábado, 19 de enero de 2013

"THE SOUNDS OF EARTH", Sonidos de la Tierra

Después de un mes, aquí estoy de vuelta en mi blog. Esta vez me gustaría escribir sobre un tema diferente y a la vez interesante relacionado con el espacio.

    Desde hace unos años, me interesé mucho por los planetas, sus satélites, nuestra galaxia y el conjunto de galaxias y estrellas que iluminan el cielo. Me pareció (y aún me lo parece) una de las cosas más fascinantes que puedan existir. Observar las estrellas que componen nuestro universo puede ser, sin embargo, una gran pérdida de tiempo, pues jamás podremos conocer todo los que nos rodea. Se calcula que el número de estrellas que puedan formar el universo es infinito. Creo que una de las razones que nos lleva a interesarnos por el espacio es la esperanza de no estar sólos, de encontrar otro planeta que albergue vida. Encontrar bacterias es relativamente fácil, a pesar de no haberlo conseguido aún. Europa, por ejemplo, uno se los satélites de Júpiter, presenta una extraña superficie de líneas rojizas que se cree que puedan ser bacterias.




Europa está totalmente congelado. La posibilidad de que una bacteria pueda vivir allí es prácticamente mínima. Sin embargo, se sabe que bajo esa superficie de hielo hay un océano frío, y es ahí donde se supone que podrían encontrarse las bacterias. No sería sorprendente que esto fuese cierto, pues en la Tierra existen bacterias que viven en condiciones extremadamente frías y en ausencia de oxígeno. De modo que podríamos presuponer que la Tierra no es el único planeta con vida.

     Pero mi intención no es hablaros de bacterias. El ser humano va más allá, y contempla la posibilidad de encontrar un planeta con condiciones similares a la Tierra que permita la existencia de seres inteligentes como nosotros. De estas ambiciones nacieron varios proyectos, y entre ellos se encuentra la sonda espacial robótica Voyager 1.




La sonda, lanzada en 1977, se encuentra aún en funcionamiento y se espera que continúe enviando imágenes a la Tierra durante una década más. La Voyager 1 es el objeto hecho por el hombre que más se ha alejado de la Tierra. La velocidad de la sonda es de 17 km por segundo, debido a los impulsos gravitacionales que sufre en sus acercamientos a los distintos planetas.

     En 2009 entró en la Heliofunda, la zona donde acaba el Sistema Solar y comienza el espacio interestelar. Ahora, la Voyager 1 se dirige hacia el centro de la Vía Láctea, en dirección a la estrella más próxima, la Alfa Centauri, donde se piensa que puedan haber más planetas.

     La Voyager 1 no llegará a esta galaxia hasta dentro de miles de años. Lo más probable es que ni siquiera consiga alcanzar Alfa Centauri, pues acabaría deteniéndose en mitad del espacio interestelar.

     No obstante, todavía existe la posibilidad de que dentro de miles de años, uno de los planetas de Alfa Centauri esté habitado y que los seres que allí hayan sean igual o más inteligentes que nosotros. Tan inteligentes como para desarrollar una nave espacial y embarcarse en el oscuro espacio. Y, aunque ya hablemos de una probabilidad prácticamente inexistente, puede que los seres se topen con la Voyager 1 en ese espacio entre nuestra estrella y la suya. A pesar de parecer algo propio de una película de ciencia ficción, o por lo menos a mi sí que me lo parece, la NASA contempló esta posibilidad, y decidió que la Voyager 1, además de "nave exploradora", funcionase también como medio para avisar a otros de que no están sólos, que hay vida (o la hubo) en la Tierra.

     Es ahí donde nace el proyecto de "SOUNDS OF EARTH" o "Sonidos de la Tierra". Se trata de un disco de gramófono instalado en la Voyager 1. El disco de oro contiene sonidos e imágenes de la vida y la cultura en nuestro planeta. Es algo así como lanzar una botella con un mensaje en su interior a un inmeso mar.



Por si resultase ya de por sí imposible que alguna posible vida extraterrestre encontrase la sonda, además han de ser capaces de leer, entender y descifrar el disco.

     El disco contiene una selección de 55 idiomas de la Tierra, seleccionados por la ONU, que envían saludos brevemente. Entre los idiomas están las lenguas más habladas, como el inglés, francés o español, pero además hay cinco idiomas antiguos, como el acadio, el hitita o el latín, e idiomas artificiales, como el esperanto, del que hablé en otro artículo.

  También incluye sonidos de la naturaleza (lluvia, terremotos, volcanes...), animales (chimpancés, lobos...) y sonidos de máquinas creadas por el hombre, como el tren o los coches.
     
     Una selección de música (Bach, Mozart, Beethoven...) e imágenes (Marte, Júpiter, Egipto, grupo de niños, paisajes...) completan el disco de los sonidos de nuestro planeta.

     Cuando descubrí que organizaciones como la ONU o la NASA estaban implicados en un proyecto tan ambicioso como éste, me sorprendí, ya que esto demuestra lo "desesperados" y sólos que nos sentimos en este planeta.

     Aquí os dejo un pequeño vídeo que se encuentra en Youtube, en donde podemos oír lo que contiene el disco. Espero que os haya parecido tan interesante como me lo pareció a mi la primera vez que oí hablar de "Sounds of Earth". Podréis encontrar muchísima más información en Internet (Wikipedia, NASA...).