domingo, 30 de agosto de 2015

El (terrible) momento de hacer la maleta

A menos de una semana de marcharme a Burdeos, por fin me he decidido a comenzar a meter cosas en la maleta (ya era hora, ¿no?). 

     Es la primera vez que me marcho para tanto tiempo, y he comprado una maleta resistente y grande. Bueno, "grande". Eso me pareció cuando la vi en la estantería junto a las demás maletas momentos antes de comprarla. No suelo facturar nunca cuando viajo (siempre me las apaño encajando todo a presión en el equipaje de mano), pero esta vez no era un simple viaje, y ver aquella maleta, con tales dimensiones, me hizo pensar que conseguiría llevarme todo sin problemas a Francia. Iluso de mi.

       Ha sido guardar algunas sudaderas y ver cómo esa maleta en la que había depositado toda mi fe, esa gran maleta, se convertía poco a poco en un pequeño maletín. Aún no he guardado la mitad de la ropa y ya estoy teniendo problemas de espacio. Me pregunto cómo voy a hacer para que la otra mitad de ropa (más lo que no es ropa) quepa ahí. Soy experto en meter las cosas a presión en las maletas, pero todo tiene un límite. Hay que ser realista: hay cosas que no tengo más remedio que dejar aquí. Los que me conocéis bien sabéis lo indeciso que puedo llegar a ser, y confiaba en que no tuviera que llegar a una situación así; pero no hay otra alternativa.

       Parece un melodrama tal y como lo estoy narrando, pero lo cierto es que, a medida que iba guardando cosas ayer por la mañana, sentí como un pequeño pánico. Quiero decir, por primera vez en mi vida apareció ante mi la disyuntiva entre qué es y qué no es para mi lo suficientemente importante como para acompañarme en este nuevo periodo en mi vida. ¿Cómo llevarte dos décadas de tu vida a otro país? ¿Cómo saber qué vas a necesitar y qué no? Está bien, volveré de vez en cuando de visita y, de acuerdo, sólo me voy un año (que puede que al final acabe convirtiéndose en sólo un cuatrimestre) pero, en fin, nunca se sabe. Quizá cuando llegue me dé cuenta de que debería de haberme llevado un par de chanclas por si todavía hace buen tiempo en Burdeos y decidimos ir a la playa, o un bote extra de líquido para lentillas por si se me acaba el que ya llevo. Yo que sé. 

        Rien n'est facile dans la vie.

domingo, 9 de agosto de 2015

Nueva etapa, nueva idea.

Después de un año sin pisar mi página, aquí me hallo de nuevo. No había olvidado el blog; la verdad es que durante este tiempo se me habían ocurrido muchas entradas que quería escribir, pero siempre se había interpuesto la falta de tiempo (mi mayor enemigo este año). 

Ahora que por fin dispongo de algo más de tiempo, después de acabar el tercer año de universidad y dejar el trabajo para tomarme unas minivacaciones este mes de agosto, reapareció la idea de volver al blog, sólo que he pensado en escribir otro tipo de entradas. Durante estos dos años (¿o más?) me he dedicado a escribir varias curiosidades que iba encontrando por Internet. Sin embargo, se me ocurrió la idea, hace unos días, mientras curioseaba blogs de otras personas que no conocía de nada, de cambiar a otro tipo de entradas. He pensado que ya que este próximo curso comenzaré una nueva etapa en mi vida yéndome a estudiar a Burdeos, podría contaros qué tal mi experiencia y así sabríais cómo es vivir en otro país y cómo es el Erasmus. También podríais estar informados de cómo me va la vida (aunque ya os adelanto que mi intención no es utilizar mi blog como un diario personal, eh...). 

No sé si me leeréis cuando comience a escribir sobre mi experiencia, pero quiero probar a darle otro uso. Tampoco sé con cuánta frecuencia publicaré a partir de ahora, ni cuánto duraré, pero espero que al menos a partir de ahora me veáis por aquí más a menudo. :)