martes, 17 de junio de 2014

La música y nuestro estado de ánimo

Aunque tengamos distintos gustos musicales, a todos nos gusta escuchar música. Es algo que es común a todas las personas. Preguntar "¿Qué es lo que te gusta?" y responder con un "Me gusta escuchar música" acaba siendo una respuesta que en realidad no aporta nada. 

"Música" es un concepto muy general, como lo es "Comida". Cada estilo de música podría ser comparado con cada plato de comida. Hay personas que disfrutan comiendo todo tipo de comidas, y otras disfrutan comiendo solo un tipo de comida; lo mismo ocurre con la música. De hecho, escuchar la música que nos gusta y comer nuestro plato de comida favorito acaban teniendo el mismo efecto.

Cada vez que hacemos algo que nos gusta, ya sea comer o escuchar música, nuestro cerebro la percibe como una actividad placentera gracias a la liberación de dopamina. De esta forma la dopamina le dice al cerebro que esa actividad la tendría que repetir. El problema aparece cuando repetimos esa actividad muchas veces y se convierte en una adicción.

Sin embargo, la música, a diferencia de otras adicciones (como comer, fumar o beber), es algo abstracto... O casi. Se ha comprobado que si, por ejemplo, fumamos escuchando siempre la misma canción, después de varias repeticiones se puede llegar a sentir el mismo placer de fumar únicamente escuchando la canción.

Recurrir a recuerdos o experiencias a través de los sentidos es lo que se conoce como sinestesia. Ejemplos de sinestesia pueden ser visualizar pájaros en nuestra mente al oírlos cantar o sentir que te va a gustar una pizza con solo verla porque te imaginas el sabor. 

La sinestesia abarca muchos temas, algunos de ellos interesantes, como es el efecto bouba-kiki. Este efecto consiguió acertar conmigo, a ver si acierta también con vosotros. Imaginad que tuviérais que nombrar a una imagen "bouba" y a otra "kiki", siendo las imágenes éstas:



¿A cuál nombraríais "Bouba" y a cuál "Kiki"? Voy a evitar poner la respuesta ahora por eso de que se os vayan los ojos directamente a la solución sin que os dé tiempo a pensarlo. ¡Os lo diré más adelante!

Mientras, vamos a volver a la música. A través de la sinestesia, conseguimos que la música se mezcle con nuestros recuerdos o con nuestro estado de ánimo, haciendo que éstos se atenúen o se acentúen. Si nos sentimos mal, tenemos dos opciones: la primera, escuchar música alegre que nos ayude a levantarnos el ánimo, o la segunda, escuchar música triste y conseguir inconscientemente sentirnos peor. Aplicando mi experiencia, si sois como yo, os acabaréis inclinando por la segunda.

Sin embargo, ocurre que muchas veces no encontramos la canción idónea para nuestro estado de ánimo, y sentimos que ninguna "encaja" con nuestra situación. Para dar solución a este problema, se ha creado una página web muy útil que nos ayudará a encontrar la canción apropiada. Se llama Stereomood y es muy fácil de utilizar. Para abrir la página, haced click aquí.

La página está en inglés, pero no necesitáis saber mucho. Solo tenéis que escribir una palabra que describa cómo os sentís en la parte de "I feel..." (Me siento...). Por ejemplo, podéis poner "tired" (cansado), "happy" (feliz) o "lucky" (afortunado), y la página reproducirá canciones que se asocien con esos estados de ánimo. He de decir que llevo un tiempo probándola y no siempre ha encajado con como verdaderamente me sentía, pero si queréis descubrir nuevas canciones, os la recomiendo.

Para acabar mi artículo, me gustaría hablar de la importancia de la música cuando la unimos con imágenes. Transmitir un estado de ánimo no es suficiente solo con las imágenes, sino que necesitamos algo más. La banda sonora de las películas puede llegar a ser mucho más relevante de lo que creemos. Muchas veces, una película es buena si su banda sonora lo es. Una película de terror, sin la banda sonora que la acompaña, puede llegar a perder ese calificativo, lo mismo que una película cómica puede adquirir rasgos dramáticos si va acompañada de una banda sonora trágica.

He encontrado un vídeo de "Piratas del Caribe" que juega con estos efectos. Vamos a ver cómo cambiando la música podemos convertir la escena de Jack Sparrow en una escena de triunfo, de miedo, cómica o de tristeza.




¿Y qué sería de la famosa película Tiburón (Jaws) de Steven Spielberg sin la banda sonora de John Williams? Aquí os dejo la respuesta para que podáis juzgar por vosotros mismos.



Antes de despedirme... ¡La respuesta! ¡Espero que haya acertado con vosotros también! Según un estudio, el 98% de las personas llamaría "Kiki" a una forma puntiaguda y "Bouba" a una redondeada.



¡Gracias por leerme y hasta la próxima!





No hay comentarios: